ESPECIAL SEMANA SANTA Jesús, Semana Santa y sus tradiciones.
- Francisco Javier Ovalle Reinoso
- 28 mar 2024
- 8 Min. de lectura
¿Qué tanto hay de mito y que tanto de realidad existe frente a la figura de Jesús?; ¿Se puede separar al Jesús Histórico de un Jesús religioso?
Por Francisco Javier Ovalle
Semana Santa es una de las festividades que permiten generar conjeturas interesantes en torno a la figura de un hombre que para muchos es real y para otros solo un mito. Pero que más allá de cualquier duda razonable en torno a su existencia, el mensaje, las acciones, las obras de este hombre, siguen siendo controversiales porque la figura de Jesús no solo ha dividido la historia de la humanidad en un Antes y Después de Cristo (AC/DC), también ha dividido sociedades, pueblos, familias y corrientes filosóficas.
Antes de hacer cualquier análisis sobre la materia, es importante definir si Jesús existió como hombre, más que como concepto figurativo. Y la respuesta la entrega Osvaldo Rubilar Jiménez, Ministro Protestante en las Sagradas Escrituras y autor del Libro “El León y la Serpiente” que habla de la cábala y hermetismo judeocristiano.
Durante muchos años se consideró que Jesús solo existía como figura literaria basada en los relatos de los evangelistas lo que para muchos era solo eso, relatos literarios sin mayor sustento y sin el ejercicio básico de toda investigación, contrastar fuentes. Pero eso cambia cuando se hacen públicos los escritos de historiadores no judíos ni cristianos, incluso no religiosos como Tácito o Flavio Josefo, contemporáneos a la época de Jesús que lo mencionan en varios de sus relatos; relatos que por cierto tenían un contexto realmente histórico y no religioso como los evangelios.
A mayor entendimiento dice Rubilar Jiménez, muchos de esos relatos están más bien dirigidos a la crítica y no a ensalzar la figura de Jesús calificándolo como un revolucionario y agitador de masas por los judíos.
EL JESÚS HISTÓRICO Y EL JESÚS RELIGIOSO
Ante la primera pregunta, ¿existió Jesús? la respuesta es afirmativa. Es un sí, pero dejando claro que no estamos hablando aun de términos religiosos, místicos o de otra índole, solo, desde lo histórico, existió un Jesús coincidente con lo que relatan los evangelios.
Ahora bien, si Jesús existió históricamente ¿Jesús y Cristo, son la misma persona, la misma figura, el mismo concepto?
Para algunos investigadores y especialistas son dos conceptos diferentes y aquí es donde se hace la separación entre lo humano y lo divino. Jesús es el contenedor material del Cristo que es la figura etérea. La base de esto se encuentra en la misma Biblia según algunas corrientes teológicas donde en Hebreos 10:5-7 dice: “Por eso, al entrar en el mundo, Cristo dijo: ‘A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas; en su lugar, me preparaste un cuerpo; no te agradaron ni holocaustos, ni sacrificios por el pecado.”
¿JESÚS REY DE LOS JUDIOS POR HERENCIA: DESCENDIENTE DE REYES?
Linaje de José
El Jesús histórico según las afirmaciones de dos de los evangelistas, como únicas fuentes que hasta ahora lo mencionan, tenía linaje de Reyes por ambas ramas familiares. Sin embargo entre ambos evangelistas hay también divergencias por ejemplo, según Lucas, José era hijo de un Helí o Elí, pero según Mateo era hijo de un Jacob, en todo caso ambos eran descendientes de Salomón y por ende de David.
Genealogía de Jesús según Lucas
Genealogía de Jesús según Mateo
Linaje de María
En el caso de María, según el Evangelio de Lucas, María era descendiente de David a través de su hijo Natán, mientras que según Mateo, descendía de David a través de su hijo Salomón. En cualquiera de las dos versiones, Jesús descendía de David, aunque para los escépticos de estas teorías, en una población reducida como lo era en esa época el Pueblo Judío, cualquiera de los habitantes de aquellos años, iban a ser descendientes de Salomón, David, Abraham, Noé e incluso Adán.
JESUS Y LOS MILAGROS
Respecto a si el Jesús histórico hacía o no milagros, sería nuevamente intentar mezclar lo humano y lo divino. El Jesús histórico, si lo analizamos solo con una mirada racional, es probable que no haya hecho milagros y que solo se haya intentado reafirmar el liderazgo que ejercía, con este tipo de actos sobrenaturales que podrían solo ser parte del simbolismo que se quiso usar además para reforzar el mensaje. Pero algo diferente es si lo analizamos desde el punto de vista religioso y de la fe. Aquí, para quienes creen, sin duda que el Jesús religioso hizo milagros, caminar por el agua, sanar enfermos, resucitar muertos pero por sobre todo, expulsar demonios, lo que lo transforma en un exorcista de primera línea y del cual se tienen los primeros registros documentados como el caso del endemoniado gadareno relatado en los evangelios.
Pero existe una tercera alternativa, una teoría que nos lleva casi al plano de la ciencia ficción que podría no ser tan ficción si es que se cree en ello. Un médico moderno, hace dos mil años, aplicando solo maniobras de resucitación básicas o conocimiento de algunas hierbas medicinales, haría milagros; un ingeniero moderno, hace dos mil años, aplicando solo conocimientos básicos de construcción haría milagros; una inseminación artificial moderna, hace dos mil años podría hacer que una virgen se embarazara y tuviera un hijo. Ahora, ¿cómo podrían llegar esos conocimientos modernos a ser aplicados en esa época? Aquí viene la segunda parte de la ciencia ficción, desde viajes en el tiempo hasta la presencia de extraterrestres.
Ahora bien, si esto lo llevamos a la actualidad, todo va a depender de la creencia de cada cual. Por ejemplo existen personas que creen que Dios es una entidad, un ser al que le "piden" iluminación y milagros, hay otras personas que creen en que hay "energías vivas" en los templos o en la naturaleza, que se abren "portales dimensionales", existen corrientes esotéricas que creen y practican "viajes astrales" y aseguran que han salido de sus cuerpos. Entonces si creemos en estas cosas que parecen de ciencia ficción ¿por qué no creer que hay viajes en el tiempo?, ¿por qué no creer en la teoría de los Anunakis o que hay extraterrestres que le dieron el conocimiento a los antiguos humanos o que esos seres llamados dioses pudieron ser humanos del futuro?
Todo es una cuestión de perspectiva, la creencia individual que es absolutamente válida en la medida que se respeten las creencias del otro. La inconsecuencia está en creer en una cosa y desestimar otra que va en la misma línea.
¿Pudo ser el nacimiento de Jesús producto de una inseminación artificial? y si lo fue, ¿Cómo accedieron a esa tecnología en esa época? y ¿Quién pudo ser el progenitor que aportó los cromosomas del ADN masculino?
SEMANA SANTA Y SUS ORIGENES
Todo esto nos lleva a la Semana Santa, con la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Ese periodo que incluso puede tener para muchos, algunas inconsistencias por ejemplo, cuando se habla de tres días desde la crucifixión hasta la resurrección, y si se considera el viernes en la tarde, al domingo en la mañana, son solo poco más de 24 horas y no 72 como debieran sumar para los tres días.
En el contexto histórico, la muerte de Jesús coincidió con la celebración de la Pascua de los judíos que tiene su origen en el relato del pueblo de Israel que estaba esclavizado en Egipto en la época de Moisés. Cuando el faraón se negó a liberar a los israelitas, se relatan las diez plagas como castigo.
La décima plaga fue la muerte de los primogénitos donde, para proteger a los israelitas, se instruyó que cada familia sacrificara un cordero y untara los dinteles o marcos de las puertas con la sangre del cordero, similar al ritual que se hacía en la fiesta del Yom - Kipur o de la expiación de los pecados del pueblo.
Esa misma noche, el ángel de la muerte “pasó” por alto, se “saltó” las casas que tenían la sangre del cordero, pero se llevó a todos los primogénitos de aquellas viviendas que no lo tenían, obviamente todos los egipcios.
El término “pascua” significa "salto" o "paso". La protección del Ángel de la Muerte que se saltó las casas de los hebreos, se convirtió en la primera Pascua que conmemora la liberación y la protección divina. De aquí derivan dos posibles explicaciones para la tradición de no comer carnes rojas en la actual Semana Santa, teniendo más influencia del cristianismo moderno y sus bases religiosas que un sustento histórico.
El paso del Ángel de la Muerte gatilló en la liberación de los israelitas de Egipto, liderados por Moisés teniendo el cruce del Mar Rojo como uno de los principales hitos históricos de lo que se conoce como el éxodo hacia la Tierra Prometida.
En este deambular de 40 años en el desierto, el Dios de los hebreos entregó una serie de leyes y reglamentos para el ordenamiento de la naciente sociedad que posteriormente adopta el gentilicio de Judá, uno de los hijos de Jacob, llamándose "judíos". (un dato histórico es que los descendientes de Sem, se hacen llamar "semitas", los hijos de Leví son los "levitas" sacerdotes de la tribu y así cada hijo dio nombre a su descendencia).
Dentro de esas leyes entregadas por Yahvé, los mas importante son los 10 Mandamientos, pero también hubo una serie de otras normas entregadas a Moisés con las que, por ejemplo, se regulaba la convivencia, se establecían sanciones, y se explicaban cosas tan simples pero a su vez importantes como los animales que estaba prohibido comer (mariscos y cerdos entre otros) o la regulación del ritual de expiación de los pecados sacrificando un cordero. A este conjunto de normas se le conoce como la Ley Mosaica.
De aquí es de donde nace una teoría que plantea que no se come carne roja en Semana Santa para recordar que la sangre del cordero es sagrada, la "Sangre del Cordero" que simboliza la sangre de Jesús derramada por los pecados del mundo.
Otra teoría dice que se come pescado, en recuerdo de uno de los milagros de Jesús cuando alimentó una multitud con panes y pescados o cuando llenó las redes de los pescadores y caminó por el agua frente a sus discípulos.
Pero existe una tercera explicación, menos divina y más histórica. En la época de Jesús, el pueblo judío se mantenía en una crisis social y económica importante, lo que hizo que las tradiciones y mandatos contenidos en las escrituras, principalmente sobre el Sacrificio del Cordero, se adaptaran a las necesidades y a la crisis, por lo que según contiene los libros Macabeos 1 y 2, se había sustituido el sacrificio del cordero por tórtolas que eran más económicas. De hecho, el sacrificio de tórtolas lo autorizaba esa la ley judía contenida en el libro de Levítico.
Haciendo entonces una fusión de hechos históricos y contextos religiosos, se llega a la modernidad con la tradición de que en Semana Santa no se comen carnes rojas.
Quizás el gran problema que genera el conflicto emocional y filosófico en algunas personas en torno a Jesús, tenga su origen justamente en cómo hacer la diferencia entre un Jesús histórico y un Jesús místico y religioso. O quizás, mas aún, el conflicto sea que el cristianismo moderno puso el sustento de sus creencias en la "figura" y no en la "doctrina" de Jesús, y así, cuando se elimina la "figura" como base, se desmorona el castillo de naipes a diferencia de lo que ocurre con otras corrientes filosóficas y religiosas, donde los personajes son solo un complemento a la creencia y la doctrina.
Por eso, más allá de las tradiciones religiosas, más allá de la Semana Santa misma, más allá incluso del debate de la existencia real de Jesús, pareciera que la importancia de esta fecha es el profundo simbolismo que encierra el mensaje que dejó este personaje. Independiente de que haya sido real o no; independiente de que se trate de una figura o un concepto de ficción, creado a partir de los relatos de antiguas deidades de culturas anteriores a la judía como los sumerios, los babilonios o los mismos egipcios; más allá de toda duda razonable, el sacrificio relatado en los evangelios y en los textos de los historiadores no religiosos, nos debieran al menos hacer reflexionar sobre la importancia de actuar de manera correcta siguiendo las enseñanzas y los caminos trazados para acercarnos a un solo objetivo, solo tratar de ser mejores personas, alejados de los fanatismos, de las supersticiones y de los extremismos.
Así al menos lo plantea Osvaldo Rubilar, “la esencia del mensaje de Cristo es el amor, llevar una vida de amor hacia el prójimo. Más que abstenernos de comer carne, tenemos que abstenernos de hacerle mal al prójimo esa es la esencia que debiera motivarnos en este periodo de Semana Santa”.
Agradecimientos a Radibel, autor del libro El León y la Serpiente.
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