El falso femicidio que remeció a los organismos judiciales en Sagrada Familia.
- Francisco Javier Ovalle Reinoso
- 13 dic 2021
- 3 Min. de lectura
Eran cerca de las 17:30 horas de ese lunes 08 de Marzo y mientras en diferentes ciudades de Chile y también de la región del Maule, se congregaban para marchar en conmemoración de un nuevo Día Internacional de la Mujer, en las redes sociales y algunos grupos de whatsapp comenzó a circular una preocupante información. Varias personas daban cuenta de un supuesto femicidio en Sagrada Familia.
La primera información surgió en un grupo privado de whatsapp de una reconocida marca de cosméticos donde una mujer pedía ayuda argumentando que había sido agredida por su esposo.
Las otras integrantes del grupo la instaron a llamar a Carabineros, sin embargo la mujer respondió por la misma plataforma que no podía hablar porque la herida la tenía en el cuello.
Esa respuesta de inmediato gatilló que algunas integrantes del grupo comenzaron a solicitar ayuda, llamaron a Carabineros, a algunos medios de comunicación, la información creció como reguero de pólvora y el rumor llegó incluso de manera no oficial a oídos del Tribunal y la Fiscalía, todo para socorrer a la supuesta víctima y dar con el paradero del presunto agresor.
Todo había sido una farsa, una mentira, un montaje. La explicación que se entregó en el mismo grupo de whatsapp fue que le habían robado el celular a la dueña original.
Cualquiera que haya sido la razón para jugar con algo tan serio, es absolutamente reprochable, sobre todo cuando las estadísticas del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género indican que a diciembre de 2020 a nivel nacional, se registraron 40 femicidios consumados y 147 femicidios frustrados.
Pero las cifras locales no distan mucho en la proporcionalidad, a lo que a nivel nacional se refiere. Según recoge el sitio redmaule.cl, según cifras del mismo Sernameg, solo a diciembre de 2020 se registraron cuatro femicidios consumados.
El primero en Constitución, el 3 de junio. La víctima fue Ruth Victoria Gallardo Gutiérrez de 25 años quien fue asesinada por su ex pareja, un hombre de 45 años que la apuñaló en su vivienda; luego Linares se vistió de luto cuando el 22 de agosto se perpetró el segundo femicidio que le costó la vida a Norma Vásquez de 20 años, la joven Carabinera que fue asesinada al interior de un motel por su ex pareja, un - ahora – ex oficial de la misma Institución.
La capital regional tampoco estuvo ajena a este tipo de hechos de sangre cuando el domingo 1 de noviembre fue encontrado el cuerpo sin vida de Lhysbet Ureta Méndez de 20 años en el condominio Lircay en Talca. En primera instancia se habló de un homicidio, no obstante con el correr de la investigación se estableció la tesis del femicidio y su ex pareja, un joven de 22 años fue detenido como autor.
Solo 12 días despues se conoció el cuarto femicidio de la región cuando Ignacia Guzmán Rojas de 36 años fue asesinada al interior de una habitación donde residía al interior del centro de eventos Rancho Grande en Colín.
Un dato no menor y que se refleja en estas cifras es que a nivel nacional el 23% de los casos de femicidios eran menores de 29 años.
Respecto a los femicidios frustrados a nivel nacional, desde 2016 a febrero de 2021 se registran 625 casos donde 45 han sido en la Región del Maule.





Por eso es tan complejo lo ocurrido el 08 de marzo pasado, alguien que encontró divertido inventar un femicidio y alertar de ello por ese grupo de whatsapp, pero lo más grave de todo, en mi opinión, es que pareciera que a nadie le importó, porque, como no hubo denuncia oficial por la “broma” tampoco hay investigación.
Nadie va a actuar de oficio, el Sernameg no se hace cargo de rumores, las policías no van a destinar recursos tan escasos por un rumor, el Ministerio Público y los Fiscales tienen sin duda causas más importantes que investigar y a nadie le importa porque jugar y hacer pitanzas por teléfono, whatsapp o redes sociales respecto a un femicidio, irónicamente, hoy no es grave y no será sancionado.
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